En la era moderna, donde la productividad y el rendimiento son constantemente evaluados, surge una pregunta crucial: ¿Cómo medimos la felicidad? Al igual que en los negocios, donde los KPI (Key Performance Indicators) son esenciales para evaluar el éxito, podemos aplicar un enfoque similar para medir la felicidad y el bienestar personal. Aquí te presento los que aquí estaremos utilizando para medir nuestra propia felicidad, y como siempre digo, ¡todo es mejorable! Pero primero hay que conocer dónde estamos parados.
Elijamos nuestro lugar favorito para sentarnos y tomarnos un tiempo para trabajar en nuestros KPI y ver qué es lo que tenemos que hacer para seguir avanzando en nuestra propia evolución.
Yo, sin lugar a dudas me sentaría todos los días en esta mesa, es uno de mis lugares favoritos de la vida, no solo por el lugar sino por la gente que ahí vive. Es una casa en Codegua, en Chile, con parrones, que en verano dejan caer las uvas de mesa. Lástima que me queda tan lejos y que solo puedo ir pocas veces al año, así que todos los demás días, hago esta revisión desde mi escritorio, en mi casa en México.
Ahora sí, revisamos nuestros 10 pilares, y vayamos viendo qué porcentaje tenemos en cada uno, pensando que tenemos que alcanzar el 100%:
1. Amor
Normalmente siempre que escuchamos la palabra amor lo primero que viene a la mente es la pareja; sin embargo, va mucho más allá. Sin duda el amor más importante y el que más debemos de cultivar, es el amor hacia nosotros mismos (a, e, o cualquiera que sea nuestro género), y de ahí a todas las personas que nos rodean. ¿Cómo estamos en el amor hacia nuestra familia directa, amigos, los compañeros de trabajo y todas las personas que interactuamos?
Atendiendo el tema de pareja, ¿qué tan felices somos en pareja? ¿Estamos con la pareja correcta o solo estamos ahí por tener pareja? ¿Hay algo que podamos hacer para mejorar nuestra relación? Ojo con esta pregunta porque no necesariamente tenemos que estar mal o más o menos con la pareja para mejorar la relación, pensemos en que estamos realmente bien pero aún así, todavía podemos hacer algo para mejorarla.
2. Salud
¿Qué tanto nos cuidamos? Y esta pregunta se refiere a todos los aspectos de nuestra vida. La salud sí impacta directamente en nuestra felicidad o plenitud. ¿Hace cuánto no vas a hacerte una revisión médica? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que pensaste en tu salud mental? Yo creo que deberíamos normalizar más hacernos regalos que nos ayuden a mejorar nuestra salud, claro sin llegar a ser la tía Remedios, y la que se la pasa buscando enfermedades, pero sí pequeños detalles que nos ayuden a conservar nuestra salud.
Por ejemplo, el estrés es un factor crucial que puede afectar negativamente la salud, ¿has monitoreado tus niveles de estrés? Tomar medidas para reducirlo puede resultar crucial para la prevención de enfermedades, como practicar la meditación, hacer ejercicio regularmente o simplemente tomarte tiempo para relajarte, puede mejorar significativamente tu bienestar. Poner atención a lo que nos dice nuestro cuerpo es mejorar significativamente el amor por nosotros.
3. Finanzas personales
Este tema resulta, muchas veces escabroso. Siempre puede existir la creencia que «tendré buenas finanzas personales cuando gane más dinero, porque lo que tengo ahora no es suficiente», pero te tengo una notica, ¡esa creencia es totalmente falsa! Y seguro es esa creencia la que te ha llevado a justificar que por el momento tengas un desastre financiero. Lo sé, ¡uff que me ha costado trabajo darme cuenta de eso! No importa la cantidad de dinero que recibas al mes, a la quincena o a la semana, lo que importa es, ¡cómo te administras! Mientras no aprendamos sobre finanzas personales y a poner orden en nuestra cartera, no podremos quitarnos esa piedrita del zapato. ¿Qué pasaría si lleváramos el presupuesto personal como lo llevan las grandes empresas? Entonces, además de que tendríamos una proyección anual y sabríamos a detalle en qué se va cada peso que ingresa, también tendríamos ciertos «candados» para evitar las compras impulsivas o no necesarias.
Que no te rinda el dinero, genera estrés y además coarta tu libertad e independencia. Importante, mientras más conoces tus ingresos y egresos mejores decisiones podrás tomar para la realización de tus metas y aquí se abre un punto muy importante, ¿conocemos realmente nuestras metas, nuestros sueños? ¿Qué tanto creemos en ellos y en nosotros mismos para alcanzarlos?
¡Lo que necesitamos son hábitos! Bueno y también zurcir ese bolsillo emocional y parar la fuga del dinero. Y ya después que vengan los incrementos de sueldo.
4. Profesional
Profesionalmente, ¿estás donde quieres estar? Ojo, no se vale responder solo que no porque no eres CEO de la empresa para la que trabajas. Porque si esa es tu respuesta, te preguntaría ¿estás en el camino para ser CEO, o de plano nada que ver?
¿Qué te limita para estar en ese «puesto / trabajo» soñado? ¿Eres feliz yendo a trabajar todos los días? Con la gente con la que trabajas, con las funciones que desempeñas. Si siguieras haciendo lo que hoy haces los próximos 10 años, ¿tu yo del futuro estaría feliz?
Dedicamos horas de nuestro día y parte de nuestra vida a trabajar, ¿qué tenemos que hacer para hacer que este tiempo invertido en el trabajo nos dé algo más que solo dinero? Sí, que nos de satisfacción, risas, buenos compañeros de trabajo. Entonces aparece una pregunta fuerte, ¿estoy a la altura de mis sueños? Porque si lo estoy, no tengo miedo de ir por ellos.
5. Amigos
¿Tienes los amigos que necesitas? Yo me hago con frecuencia esta pregunta, y puede sonar muy feo. «No seas convenenciera» me decían cuando era chiquita. «A las personas se les quiere por lo que son», aprendi. Y sí, pero con el paso de los años he tenido que aprender que por mucho que quieras a algún amigo (a, e, etc.) a veces, hay que dejarle ir. ¿Qué tanto estoy con mis amigos solo por costumbre y no porque en verdad me dejan algo positivo? Fomentan las risas y la buena vibra, ¿o todo lo contrario?
Nosotros somos el resultado de nuestras conversaciones, de qué hablamos. ¿Somos critica, envidia y negatividad? O por un momento, intentamos cambiar nuestras pláticas a positivo. ¿Estamos con personas que creen en nosotros? O son nuestros amigos los que validan nuestros miedos.
¿Qué tanto te diviertes en tu vida? El equilibrio entre el trabajo y la vida personal es crucial para evitar el agotamiento y mantener una buena calidad de vida. Evaluar cuánto tiempo dedicas a tu trabajo en comparación con tus actividades personales y de ocio puede ayudarte a encontrar un equilibrio que promueva tu bienestar.
6. Familia
Se puede hablar tanto sobre este pilar. La familia que formamos, de la que venimos, la extendida, la política. La familia que quiero, y la que soy capaz de formar. ¿Soy feliz con esta familia? Si no, ¿qué me duele y de dónde viene ese dolor, es mío o es heredado? A mí siempre me ha gustado pensar que en la familia que yo construyo tengo la oportunidad de hacer las cosas diferentes, de no replicar todo eso que a mí no me gustó, pero a veces me es imposible, cuando menos lo espero me doy cuenta que estoy haciendo lo miiiiismo que una y otra vez me prometí no repetirlo. Romper los patrones, intentarlo y aprender a ser compasiva conmigo, son los principales retos que tengo cuando reviso este pilar. Aplaudir lo bueno, reconocer el amor que existe entre nosotros; sea lo que sea hacer todo desde el amor y decidirnos cada día.
7. Crecimiento Personal
El crecimiento personal y el aprendizaje continuo también son indicadores importantes de la felicidad. Sentirse en constante desarrollo y aprender cosas nuevas puede proporcionar una sensación de logro y satisfacción. El crecimiento personal es también intelectual, es atreverme a aprender algo nuevo cada día, o de vez en cuando, ya sea algo emocional, intelectual, espiritual. Yo me acuerdo que de chiquita siempre quería hacer mil cosas, desde patinar, pintar, escribir y mil actividades más y muchas veces, ahora, me acuerdo de algo que quise hacer de niña y veo la forma de aprenderlo, tal vez nunca seré experta ni me dedicaré a eso, pero algo se me quedará y mi alma sonreirá.
8. Diversión
Insisto, la diversión es personal, mi mejor plan de fin de semana seguro no será el mejor plan para los demás. ¿Qué tanto me consiento a mí haciendo lo que me divierte a MÍ? A veces las agendas no me permiten darme los espacios necesarios para divertirme como a me gusta, que básicamente es un momento a solas conmigo, un buen libro acompañado de un te, silencio. Ir al cine, disfrutar de una buena película. Tomar unas vacaciones. Ir a bailar a un antro. Armar una noche de karaoke en casa. Equilibrar la diversión.
9. Espiritualidad
Es de lo que menos hablamos. Nadie, nunca llega a preguntarte «y bien, ¿cómo estás de espiritualidad?» Y ojo, aquí no hablamos de alguna religión, nos referimos a qué tanto alimentas tu espirtú y dejas que se expanda. Tu relación con el Poder Superior, Dios, Universo o como prefieras llamarlo. Es que hasta se ve mal que yo vaya por la vida contando que «me duele el alma», sí porque nadie, nunca habla de esto. ¿Y si normalizamos hablar de nuestra espiritualidad?
10. Altruismo
¿Qué tanto contribuyo con mi entorno y mi comunidad? A veces salirme de mí misma y dedicar tiempo a necesidades de alguien de mi entorno, puede darme mucha felicidad. A veces pienso que para ser altruista tengo que pasar mis fines de semana metida en alguna comunidad de la montaña construyendo casas, y sí, eso es altruismo; pero también puede ser con algún vecino, en la escuela de la colonia o algo que pudiera parecer mínimo, y que para alguien más haga la diferencia y me haga darme cuenta que hay vida más allá de mí. Esto abre la mente y me enseña a ver las cosas desde otra perspectiva.
Entonces, querida lectora (o, e, etc.) sobre estos diez pilares escribiré, y podré ver cómo están mis KPI de la felicidad. Espero te guste este análisis cuantitativo y cualitativo y entre esta comunidad podamos seguir mejorándolos.
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